martes, 7 de agosto de 2012

PARTIDO COMUNISTA PERUANO CONDENA VIL ASESINATO DEL CAMARADA RUBEN SOBERON ESTELA

El Partido Comunista Peruano (PCP) eleva su más enérgica condena frente al vil asesinato de nuestro querido dirigente regional lambayecano, camarada Rubén Esnell Soberón Estela que fue asesinado esta mañana, 7 de agosto 2012, en la ciudad de Chiclayo cuando se dirigía desde su vivienda a cumplir con sus responsabilidades gremiales como Secretario General Adjunto del Sindicato de Trabajadores en Construcción Civil.

Demandamos la falta de responsabilidad política del Estado en el tema de acabar con la violencia organizada que alcanza al gremio de construcción donde operan el lumpen a vista y paciencia de las autoridades policiales, judiciales y hasta de las autoridades del sector trabajo que otorgan legalidad al paralelismo sindical y criminal, cuyos elementos en el caso de Chiclayo y del país, han sido denunciados públicamente por la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú (FTCCP).

Este hecho se suma a las recientes muertes de los camaradas Armando Viera y Guillermo Yacila, del Callao, lo que demuestra una selectiva direccionalidad contra la militancia del Partido Comunista Peruano y los más honestos y combativos exponentes del sindicalismo clasista, para favorecer a los oscuros intereses del crimen organizado y de la explotación capitalista.

El PCP pierde a un joven militante que deja esposa y dos hijos, frente a este hecho inclinamos nuestras banderas y le rendimos nuestro homenaje y proponemos al movimiento sindical peruano rendirle el merecido tributo como héroe del trabajo, al mismo tiempo que exigimos investigación y severa sanción a los criminales.

Lima, 07 de agosto 2012

p. la Comisión Política del PCP

1 comentario:

  1. Muy lamentable. Ya no se puede permitir más que esto siga sucediendo. La culpabilidad de estos hechos recae en el gobierno por no tomar cartas en el asunto a pesar de las denuncias hechas hace ya mucho tiempo. Ollanta deberá responder ante la justicia por la muerte de nuestros camaradas. Jorge Aliaga Cacho

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