Por la esperanza, la
justicia y la solidaridad
Queridos
camaradas y amigos
Representantes de las delegaciones diplomáticas
en nuestro país, dirigentes de los partidos de izquierda del Frente Amplio,
líderes del movimiento sindical y popular; les expresamos un fervoroso saludo
revolucionario en nuestros 85 años de indoblegable lucha en defensa de los derechos
de los trabajadores y de nuestra soberanía nacional.
Los comunistas, nos sentimos orgullosos de
nuestra historia llevada a cabo por los combatientes, que jamás se amilanaron
ante el enemigo de clase, el capitalismo y la oligarquía extranjerizada que
sistemáticamente trataron vanamente de desaparecernos. Organizamos a los
obreros en los socavones de las minas, junto a los trabajadores en la Oroya y
Cerro de Pasco con Jorge del Prado, Gamaniel Blanco y otros trabajadores. Contribuimos
a la formación de un gran movimiento de campesinos y la formación de la
Federación Departamental de Campesinos y la Federación de Trabajadores del
Cusco con Emiliano Huamantica y Saturnino Huilca. Lideramos con el grupo Rojo
Vanguardia de Tomás Escajadillo la primera revolución universitaria de 1930.
Combatimos a las dictaduras de Sánchez-Cerro, Odría, Morales-Bermúdez y al
fujimorismo; todos ellos nos persiguieron, nos encarcelaron, nos exiliaron,
pero nunca doblegaron nuestra fe
inquebrantable, de nuestros ideales, el SOCIALISMO.
A pesar de ello, nos mantenemos vigente desde
1928, en el que un grupo de peruanos fundaron un partido que soñó y sueña con un
país donde todos y todas podamos tener los derechos y oportunidades a una vida
feliz, una vida plena. Y entonces debemos preguntarnos ¿qué significa
que
cumplamos 85 años de vida política?
Esa esperanza sigue vigente. La esperanza en que
todas y todos los que vivimos en el Perú podamos construir y tener un país
justo y solidario. Con un trabajo digno y un salario adecuado que nos
proporcione las condiciones para crecer y desarrollarnos con nuestras familias.
Donde luego de un día de trabajo podamos volver a casa y ver a nuestros hijos
crecer felices y sanos en comunidades, regiones y un país donde no exista ni se
acepte la miseria. Donde nadie sea excluido o marginado por su raza, por su
credo, condición social, política o su opción sexual.
Por eso luchamos. Por tener un Estado y un
gobierno de los ciudadanos y para los ciudadanos, del pueblo y para el pueblo.
Donde los que toman las decisiones, los funcionarios, respondan al interés
público y no a los intereses subalternos, egoístas de los grupos empresariales
o grupos de poder. Donde lo que guíe las acciones del gobierno nacional, de los
gobiernos regionales y locales sea una auténtica vocación de servicio y una
eficiente gestión pública. Donde las primeras cosas que se pregunten los
políticos sean, qué es lo que los ciudadanos necesitan, y cuál es la forma más
eficiente de lograrlo. Que sus acciones apunten a construir y garantizar las
condiciones para un ejercicio pleno de los derechos políticos y sociales.
Derecho a un trabajo justo, al pleno acceso a servicios educativos y de salud
de calidad, a una vivienda digna, al respeto y promoción de una visión
intercultural de un país de todas las sangres del que nos habló José María
Arguedas.
Por eso hemos luchado 85 años y lo seguimos
haciendo, para que en el Perú tengamos plena
soberanía nacional. Los peruanos ya no somos dueños de los recursos naturales. Puro extractivismo, como en el año 1532 con la invasión del imperio español. Así como ayer, ahora se desprecia a las comunidades andino-amazónicas, se destruye el medio ambiente reduciendo las exigencias en los estudios de impacto ambiental y el otorgamiento del certificado de inexistencia de restos arqueológicos, dejando desprotegido nuestro patrimonio a la voracidad de los poderosos. Pero lo más grave, aún se pisotea la Ley de Consulta Previa, bajo el pretexto de que van a “destrabar” los proyectos mineros de consulta previa. El ministro de economía Luis Miguel Castilla sostiene que ante la crisis internacional hay que facilitar y “destrabar” las barreras burocráticas para que no afecte el crecimiento económico.
Para ellos los derechos a la vida y a la cultura
de las comunidades andino – amazónicas tienen que supeditarse al crecimiento
económico. Nuestros derechos tienen que subordinarse al capital, con ello la
democracia se somete a los poderes fácticos que nadie los elije, controla, ni
fiscaliza.
Por eso, cuando nos arrebatan violentamente
nuestros derechos en nombre del Estado, los hombres y mujeres del Perú, nos
revelamos en las calles, demandando democracia popular y exigiendo un Estado
que regule los excesos y promueva el
desarrollo; un Estado que garantice los derechos y las libertades.
Nos revelamos porque el Perú se pudre, porque los que gobiernan deben ser ejemplo
para la nación; sin embargo la mayoría de ellos han asaltado al Estado y han
estafado a los electores y cuando el pueblo en las calles exige investigación,
sanción, cárcel y muerte civil para García y Toledo; ellos recurren a la
prescripción del delito, se victimizan, arman un circo de persecución política
y hacen todo lo posible para impedir que se le investigue, y tienen el descaro
de exigir el retiro del procurador anticorrupción Julio Arbizu y
a la megacomisión investigadora del Congreso, con el objetivo de conseguir
impunidad.
Los que gobernaron el Perú tienen miedo someterse a la investigación, pero sobre todo,
tienen pánico a la protesta del pueblo. Pueden usar el monopolio de la prensa
adicta para lavar su alicaída imagen, pueden usar los mejores abogados para que
los defiendan de sus fechorías, pueden comprar algunos jueces, pueden comprar
algunos fiscales; pero lo que no van a comprar, es la conciencia del pueblo que
ya los sentenció en las calles, en las plazas y en las trincheras de las
organizaciones sindicales y populares de nuestra patria. Los comunistas
lucharemos incansablemente para que se sancione severamente a los gobernantes
corruptos y respaldamos a la Procuraduría Anticorrupción y a la megacomisión
investigadora del Congreso de la República.
La derecha sostiene que para elegir a los
miembros del Tribunal Constitucional, del Banco Central de Reserva y al
Defensor del Pueblo, los partidos integrantes del Congreso de la República
llegaron a un acuerdo político para garantizar la gobernabilidad del país. ¿Se
puede asumir un acuerdo político con Artemio en nombre de la gobernabilidad? ¿Se
puede nombrar a un pederasta como Gabino Miranda director de la Clínica San
Juan de Dios? ¿Se puede nombrar a Rómulo León como Ministro de Justicia en
nombre de la democracia? Naturalmente que no, porque los que promovieron este
pacto infame, lo hicieron para defender sus mezquinos intereses, para que
ninguno de ellos, sean investigados cuando dejen el poder que ostentan. Por
todo ello, cuando las leyes y los tribunales no reaccionan frente a la
corrupción y la impunidad, lucharemos en las calles para sancionarlos moralmente
y demandar a quienes tienen responsabilidad de tomar decisiones en el Estado en
nuestro nombre, lo hagan de cara al pueblo, a los intereses de las mayorías y
en la búsqueda del bien común.
Nos
preguntamos entonces, ¿Cuál es el objetivo de la derecha y qué nos ofrece el
capitalismo decadente?
Su objetivo es sencillo: Hacernos creer que sólo
es posible el neoliberalismo, que ellos han impuesto en las últimas décadas. El
mercado lo resuelve todo, nada de Estado, nada de control ni fiscalización, más
privatización, flexibilización laboral, salarios de hambre, destrucción del
medio ambiente.
Hace cinco años quebró el banco de inversión
Lehman Brother, uno de los símbolos del capitalismo financiero global. Pero en
todos estos años de crisis, en EEUU y Europa todas las economías siguen
estancadas o en recesión, han profundizado la concentración del capital
financiero y la riqueza. O sea, los bancos culpables de la debacle global,
ahora, se han fortalecido. Los ricos, se han hecho más ricos
Por ello, la australiana Gina Rinehart,
poseedora de 18 mil millones de dólares
refleja lo que piensan los dueños de nuestro planeta, respecto al futuro modelo
económico que se está imponiendo globalmente. Ella sostiene que: “Para salir
adelante en la época de la crisis, la competitividad económica de Australia,
tendrá que emular a la de África. Allí los trabajadores reciben menos de dos
dólares al día, mientras que las autoridades australianas han sido demasiado
generosas con sus obreros y empleados. Estos criticones y celosos de la riqueza
de otros, deben de gastar menos tiempo en sus borracheras y reuniones sociales
y en vez de esto, trabajar más horas”.
Frente a la deuda europea que supera 62 millones
de millones de dólares y la norteamericana 114,5 millones de millones, han
creado su cinturón de seguridad en forma de “capital ficticio”. Bill Clinton en
un momento de meditación con Mónica Lewinsky en 1999 logró promover la
abolición de la “Ley Glass – Steagall”, que no permitía la fusión de los bancos
comerciales con los bancos de inversión (Bolsa de Valores). Esta Ley fue
promulgada por el presidente Franklin D. Roosevelt en 1933 después de estudiar
el informe del fiscal de Nueva York, Ferdinand Pecora, quien investigó el rol
de los bancos en la gran depresión de 1929, y calificó a los banqueros como
Banksters, es decir, banqueros-gánsteres. En aquel entonces el Presidente
Roosevelt, lanzó su famoso eslogan “Prefiero rescatar a los que producen
alimentos, pero no a los que producen miserias” y así dio inicio a una serie de
programas de recuperación económica que entraron en la historia como nuevo
comienzo.
Pero en 1999, los banqueros regresaron nuevamente
a la inversión especulativa, recuperando su estatuto de “banksters”, tomando su
control los gobierno neoliberales. Por eso Obama, Merkel, Rajoy; desde el
inicio de la crisis rescatan a “los que producen miseria”, en vez de los productores de pan. Todo ello ha conducido a
que los ricos en plena crisis se hagan cada vez más ricos.
La pregunta que nos debe interpelar al Partido
Comunista Peruano, junto con todas las fuerzas democráticas, es ¿Qué estamos
haciendo para cambiar esta realidad?
Un cambio en el país que no termine en una gran
frustración, que no defraude una vez más al pueblo, necesita una voluntad
colectiva de todos los sectores de izquierda y progresistas con una visión
compartida. Porque, sí camaradas, un cambio en el país solo será posible si
construimos esa voluntad colectiva desde amplios sectores con un programa
común. ¿Esto es solo una aspiración de los comunistas? Pues NO. Es una
esperanza y una visión que se debe impulsar
con una amplia unidad y un frente político; en el que no transaremos nuestros
principios democráticos ni en la lucha contra la corrupción.
El activismo no es suficiente, la crítica
tampoco. Se trata de proponer en nuestras localidades, sectores, regiones y al
país, propuestas del futuro posible al que debemos aspirar todos. Y en torno a
eso, desarrollar una amplia política de alianzas, que parta de propuestas compartidas:
Mariátegui nos enseñó convicción, fortaleza moral
para la lucha, por eso afirmaba con gran convicción. “Que no deje en mi pensamiento ni en mi corazón ningún germen de
amargura ni de desesperanza. Es indispensable para mí que mis palabras conserven
el mismo acento optimista de antes. Quiero defenderme de toda influencia
triste, de toda la necesidad de nuestra fe común”.
El Partido Comunista tiene una tradición
histórica de unidad, porque comprendemos
que para construir una sociedad nueva, un Gobierno Democrático, Popular,
Patriótico; hacia el Socialismo es indispensable la unidad. Solo la unidad
podría derrotar a la derecha más
conservadora de América Latina. La unidad no sólo con la izquierda, sino tener
una visión amplia junto a los sectores progresistas, libertarios, movimiento
social, organizaciones juveniles, movimientos regionales, organizaciones
vinculadas a las redes sociales; todo ello mediante un programa común que
reconozca las diferencias, contemple y tenga como base primordial objetivos
comunes a todos. Es decir la búsqueda de sociedades anticapitalista, donde
predomine la igualdad de oportunidades, justicia social, democracia popular,
con carácter estratégico.
En ese sentido no confundimos una propuesta
electoral necesariamente coyuntural, con una proyección transformadora de la
sociedad de más largo aliento.
El acceso a espacios municipales regionales,
parlamentario o incluso gobierno nacional no debe ser un fin en sí mismo, sino
un instrumento para concretar los cambios que nuestros pueblos exigen, en los
tiempos, los métodos y los dirigentes que se estimen puedan aplicar dicho
programa político.
Por ello, también es importante enfrentar
cualquier tipo de claudicación ante el imperialismo por parte del presidente
Ollanta Humala, de pretender utilizar el “Arco del Pacífico” con el objetivo de
debilitar la UNASUR, MERCOSUR, CELAC y la CAN.
La unidad de la izquierda y el movimiento social
es garantía para la consolidación de la integración de los pueblos de América
Latina para sostener la independencia que hemos alcanzado después de heroicas
luchas.
La dinámica del proceso de unidad de las fuerzas
de izquierda y de las experiencias diversas de sus integrantes; sin embargo
debemos tratar de identificar quien o quienes son nuestros enemigos
fundamentales, el imperialismo con las transnacionales y la burguesía
extrangerizada. Debemos tener un enfoque dialéctico de la realidad política,
comprender cual o cuales son las correlaciones de fuerza con que contamos para
convocar a las luchas a las masas certeramente.
La unidad para que sea verdadera, tiene que estar
vinculada a las acciones de masas, al que contribuimos en la Jornada del 4 de
julio, a la lucha contra la “repartija” y el Paro Nacional Cívico Popular del
26 de setiembre, levantando la plataforma de los trabajadores y el pueblo
contra el neoliberalismo.
Por ello, saludamos la valerosa acción de lucha
cívica del pueblo peruano que se expresó en las calles contra la política
económica neoliberal del gobierno de Ollanta Humala, liderado por la CGTP –
CNUL encabezado por su Secretario General c. Mario Huamán, los dirigentes
de las federaciones nacionales, frentes regionales, organizaciones campesinas,
vecinales, estudiantiles, ciudadanos, ciudadanas y partidos políticos de
izquierda.
En esta gesta de lucha del pueblo peruano, la
derecha conservadora, ha iniciado una
campaña sistemática que pretendieron denigrar las justas reivindicaciones de
los trabajadores, distribuyendo miles de volantes en la ciudad de Lima, en el
que se sostenía el levantamiento del Paro Nacional de la CGTP – CNUL. Para ello
el canal 5 (Panamericana), sin ningún rubor utilizó al prontuariado
delincuente Vicente Aponte para amedrentar y confrontar con el Secretario
General de la CGTP Mario Huamán. El PCP expresa su respaldo y solidaridad al c.
Mario Huamán, y exigimos al gobierno garantía para su vida. Las masas en
combate derrotamos el cerco del silencio de la prensa corrupta, y la torpe
campaña del canal 5 y a las mafias delincuenciales.
Junto a ello arreciaron una tenaz agresión contra
César Lévano, periodista que defiende
las causas nobles de los trabajadores y el pueblo a quien le expresamos
nuestra solidaridad y respaldo. Esta acción es parte de un conjunto sistemático
de la derecha corrupta, para desnaturalizar las demandas del pueblo peruano y
denostar contra los dirigentes sociales y los hombres y mujeres que defienden
la justicia social, y la soberanía nacional.
Y valga esta ocasión para recordar y rendir
homenaje a nuestros militantes que fueron víctimas de la violencia terrorismo
del Sendero Luminoso y el Estado. Al camarada Fermín Azparrent Taipe Alcalde de
Huamanga asesinado por el grupo terrorista de Sendero Luminoso, al camarada Pedro
Huillca Tecse asesinado por la dictadura fujiomorista, a todas las mujeres y
hombres que dieron sus vidas para construir un país mejor para todas y todos
los peruanos. Ellos están en nuestra memoria y nuestro corazón, porque son el
ejemplo del compromiso y la solidaridad. También rendimos homenaje a nuestros
mártires caídos en la lucha en el presente período al c. Armando Viera, c.Rubén
Soberón y el c. Gillermo Yacila; están presente con nosotros en cada
movilización, en cada bandera de los sindicatos, en cada consigna de los
trabajadores, estimulando nuestra subjetividad revolucionaria; y a los ilustres
maestros del proletariado peruano c. Jorge Aliaga Merino, José Carcelén; por su abnegación a la causa del socialismo,
nunca dejaron nuestras filas, lucharon incansablemente hasta que partieron a
otra materia, y junto a ellos al pueblo fiel, que nutre y acompaña nuestra
lucha.
Por todo esto, el Partido Comunista Peruano sigue
vigente. Porque la esperanza y la visión de un Perú nuevo en un mundo nuevo
sigue vigente. La gran tarea que el XIV Congreso Nacional encargó a la
dirección nacional, es que debemos avanzar en renovar nuestra práctica política
y fortalecer el partido en todo el país.
En cada fábrica, en cada barrio, en cada universidad, en cada comunidad
campesina, debemos prepararnos para ganar gobiernos locales y gobiernos
regionales con una amplia unidad de fuerzas democráticas, pero sobre todo prepararnos
para una gestión honesta y eficiente al servicio de los ciudadanos. Porque
nuestra gestión pública, nuestra gestión en las organizaciones sociales debe
ser el testimonio de los cambios que estamos logrando, guiados por una
propuesta de un Perú para todos, con justicia y libertad.
Reafirmamos en este aniversario nuestras
convicciones marxistas porque el análisis de la realidad y la elaboración de
propuestas se deben basar en la rigurosidad de los datos y la seriedad de los
análisis. Somos leninistas porque creemos firmemente que los cambios se hacen
colectivamente, con un partido fuerte, democrático y unido. Porque creemos que
es la política revolucionaria la que
debe estar al mando. Y eso va mucho más allá del activismo - por más idealista
que esta sea - y de la sola indignación o el comentario político de los
observadores de balcón. El mundo cambia desde la realidad.
¡Viva el 85ºAniversario de Fundación del PCP!
¡Viva la unidad de la CGTP!
¡Viva la unidad del frente amplio de izquierda!
Lima, 07 de octubre 2013
Roberto De la Cruz Huamán
Secretario General del PCP
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